curiosidad "la miopia nocturna
El famoso dicho “De noche todos los gatos son pardos”
muestra nuestra incapacidad para conseguir buena visión de noche.
Este hecho, es algo que ha sido objeto de inquietud, y por lo tanto muy investigado, a lo largo del tiempo, desde que, en 1942 José María Otero de Navascués descubriera el fenómeno de la miopía nocturna.
Este hecho, es algo que ha sido objeto de inquietud, y por lo tanto muy investigado, a lo largo del tiempo, desde que, en 1942 José María Otero de Navascués descubriera el fenómeno de la miopía nocturna.
Todos nos vemos perjudicados, seamos miopes o no, en bajas
condiciones de iluminación, y se debe a un desajuste en nuestro sistema visual,
denominado: proceso acomodativo, que es
nuestra capacidad para enfocar objetos y llevar una imagen nítida en la
retina.
El proceso de acomodación se resume en que cuando queremos ver determinados detalles de
una imagen, el ojo pone en marcha el proceso de enfoque(cambiando la forma del
cristalino)para obtener la imagen más nítida; pero con poca iluminación, como
no hay suficiente luz, hace una pequeña corrección: se concentra en un punto neutral
donde se acumula la luz necesaria para ajustar la imagen, pero no dónde está situado realmente el objeto. Y
claro, el resultado es una imagen borrosa.
Además, con
iluminaciones bajas, la pupila se dilata
para que entre mayor cantidad de luz, produciendo(en
términos de fotografía) que la
profundidad de campo sea menor, lo que hace que obtengamos una imagen peor por
el efecto de las aberraciones, aunque
según recientes estudios no son tan
determinantes en el emborronamiento de la imagen.
Hasta ahora, se creía que nuestras capacidades de visión
nocturnas se mermaban aproximadamente un 15%, lo que para la graduación suponía
aproximadamente un grado de miopía que variaba entre el 0,5 y el 1,5 Dioptrías.
Es decir, que según la teoría antigua, conseguiríamos una visión nítida con
unas gafas de miopía de esa cuantía por la noche (de hecho, se utilizaba desde
los años 80 popularmente un determinado tipo de gafas específicas para la
conducción nocturna que, en teoría, mejoraban nuestras capacidades).
Recientes investigaciones como las realizadas por un
grupo de la Universidad de Murcia confirman el diagnóstico: de noche somos
miopes sin excepción, perdemos parte de nuestra visión y se debe a un fenómeno
de sobreacomodación del cristalino del ojo en la oscuridad. Aunque los
científicos han rebajado el impacto sobre la pérdida de visión.
Su estudio revela que este tipo de miopía es un fenómeno experimentado
por todos los humanos, que su impacto en
la visión es más bajo de lo que se creía y que no es necesario usar gafas o
lentillas especiales para corregirla, dado que el cambio miópico que
experimenta el ojo al anochecer es mínimo y solo tiene importancia en
condiciones de muy baja iluminación.
El equipo de Artal ha probado que estos valores , los de 1 o
1,5 dioptrías no se corresponden con la realidad. “Clínicamente, se pueden
producir síntomas visuales por desenfoques tan pequeños como 0,5 dioptrías,
pero éstos solo se superan en la miopía nocturna en condiciones inusualmente
bajas de luminosidad”, afirman.
“Este fenómeno, uno de los enigmas más antiguos de la fisiología
visual, se debe a un mecanismo de sobreacomodación del cristalino del ojo en la
oscuridad. Con nuestro estudio quedan descartadas la aberración cromática y la
aberración esférica como causantes de la miopía nocturna, como antes se
pensaba”, apunta Artal.
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